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8 de enero de 2013

Las Salas dedicadas al Santuario

La entrada de hoy, está dedicada a explicar de que manera estarían expuestas las salas de exposición permanente dedicadas al Santuario del yacimiento del Cigarralejo.

En la actualidad sabemos, que estas serían tres y estarían ubicadas en la planta baja del palacio de Menahermosa, a la izquierda del rellano de la escalera principal por donde se accede a las salas dedicadas a la necrópolis de dicho yacimiento.

Los sucesores de Emeterio Cuadrado (familia Cuadrado Isasa) cedieron en el año 2003 esta importante colección,con cerca de 200 exvotos u ofrendas talladas, a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, en concepto de la dación en pago del impuesto sobre sucesiones por cada uno de los herederos, momento en que pasa a formar parte de la colección estable del museo y a exponerse una buena selección de la misma.

En el siguiente enlace podemos ver la base de contratación de las obras para realizar dichas salas.

BOE 26/03/2010 Nº74


Pero aunque ya pertenecen al Museo y deberían estar expuestas, como hemos dicho, esto no ocurre, ya que la crisis económica que afecta a España en general y a Mula en particular, no permite llevar a cabo esta exposición dedicada al Santuario que sin duda aumentaría aún más el prestigio del Museo.

Las salas de exposición del Santuario estarían divididas de la siguiente manera:

Sala I.

La primera sala nos introduciría en una faceta de la religiosidad ibérica a la que hemos podido acceder gracias a la información que nos proporciona la arqueología. 

Efectivamente, bien en base a los hallazgos de exvotos, o a las excavaciones de edificios singulares interpretados en la actualidad como santuarios (como el que nos ocupa) y de cualquier otro tipo de construcción cultual, ya sea urbana o rural, pública o privada, podemos sino reconstruir como fue el ritual completo de esas gentes que piadosamente acudían allí para solicitar a sus divinidades cualquier tipo de bien o agradecer como ya concedido, sí por lo menos aproximarnos a datos concretos.

Cortes estratigráficos del nivel con exvotos. Dibujo: Emeterio Cuadrado
Entre ellos destacaremos: la arquitectura de los hábitat suntuarios; el estudiar la tipología y el material con que fueron elaboradas las ofrendas hechas a los dioses, lo que nos acerca también a los fieles que las depositaron (status social y tipo de petición); a como se ocultan ritualmente cuando ya están amortizadas o para preservarlas ante un peligro inminente y por último, al estudio tanto de la clase sacerdotal que se haría cargo del culto y del mantenimiento de los santuarios como de los talleres y artesanos que debieron existir en torno a ellos, en donde se encargaron de los exvotos.

Junto a los paneles explicativos sobre la religiosidad y dioses ibéricos, podemos ver una reconstrucción del santuario de El cigarralejo, uno de los edificios más singulares de todo el ámbito ibérico ya que se trata de un conjunto unitario de 29 x 12 m, construido con total seguridad, mediante un plan preestablecido y que parece pertenecer a una misma época, dado el tipo de fábrica de las estructuras arquitectónicas, adaptadas perfectamente a la topografía natural del terreno. Estudios recientes apuntan a que se trataría de un edificio singular que completaría al poblado en las funciones políticas, administrativas y religiosas que se aglutinarían aquí.

La cronología propuesta para el edificio oscilaría entre los s. IV-III y el II a. C., en el que se abandonaría, tras sufrir un incendio.

Sala II.

Esta sección nos mostraría una selección de los exvotos que representan figuras humanas ya sean masculinas o femeninas, lo que se intuye por el tipo de ropaje que portan.


Se trata de esculturillas muy sumarias, talladas prácticamente en bulto redondo, casi cilíndricas, elemento que se acentúa al ir todas ellas vestidas con largas túnicas y cubiertas por amplios mantos que las envuelven hasta los pies. Damas y hombres sin armar presentan una actitud recogida.

Representación humana.Grupo A


No faltan dos bajorrelieves que representan miembros del cuerpo humano: dos manos el uno y otro con la huella de los pies.

Por último dos piezas excepcionales por su rareza: una pequeña falcata votiva y un prisma piramidal de barro, que representa en una de sus caras, un tallo serpenteante de hojas de hiedra en el centro, franqueado a ambos lados por la huella de un pie humano, de difícil interpretación.

Sala III.

Esta sala recogería los exvotos en forma de animal. Las formas varían aunque, básicamente, se trata de équidos en bulto redondo o relieves, tanto representados individualmente como en parejas de yegua y potro, burro y pollino o yuntas; unos van sin aparejos, otros ricamente enjaezados.

E. Cuadrado realizó un estudio modélico de los mismos, agrupándolos en cuatro grupos, según un análisis formal que sigue siendo válido hoy en día.

También clasificó tipológicamente las monturas, bocados de caballos y arreos en general, puesto que el conjunto de El Cigarralejo es el mayor conocido de imágenes de todo el ámbito ibérico. Tipología que podemos ver en los paneles de la sala.

Al analizar la composición de los exvotos de El Cigarralejo y el hecho de estar las mayoría de ellos tallados en forma de caballo, lleva a pensar a los investigadores, por un lado, en el protagonismo del caballo en la guerra y en los valores ecuestres aristocráticos ibéricos, pero también en su papel en la economía diaria, en la modesta necesidad de los équidos para la ayuda en las labores agrícolas, transporte, comercio, etc. 


Fuente: El Museo de Arte Ibérico el Cigarralejo de Mula: La exposición permanente.

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