La
entrada de hoy, está dedicada a explicar de que manera estarían
expuestas las salas de exposición permanente dedicadas al Santuario
del yacimiento del Cigarralejo.
En
la actualidad sabemos, que estas serían tres y estarían ubicadas en
la planta baja del palacio de Menahermosa, a la izquierda del rellano
de la escalera principal por donde se accede a las salas dedicadas a
la necrópolis de dicho yacimiento.
Los
sucesores de Emeterio Cuadrado (familia Cuadrado Isasa) cedieron en el
año 2003 esta importante colección,con cerca de 200 exvotos u
ofrendas talladas, a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia,
en concepto de la dación en pago del impuesto sobre sucesiones por
cada uno de los herederos, momento en que pasa a formar parte de la
colección estable del museo y a exponerse una buena selección de la
misma.
En el siguiente enlace podemos ver la base de contratación de las obras para realizar dichas salas.
BOE 26/03/2010 Nº74 |
Pero
aunque ya pertenecen al Museo y deberían estar expuestas, como hemos
dicho, esto no ocurre, ya que la crisis económica que afecta a España
en general y a Mula en particular, no permite llevar a cabo esta
exposición dedicada al Santuario que sin duda aumentaría aún más
el prestigio del Museo.
Las
salas de exposición del Santuario estarían divididas de la
siguiente manera:
Sala
I.
La primera sala nos introduciría en una faceta de la religiosidad ibérica a la que hemos
podido acceder gracias a la información que nos proporciona la
arqueología.
Efectivamente, bien en base a los hallazgos de exvotos,
o a las excavaciones de edificios singulares interpretados en la
actualidad como santuarios (como el que nos ocupa) y de cualquier
otro tipo de construcción cultual, ya sea urbana o rural, pública o
privada, podemos sino reconstruir como fue el ritual completo de esas
gentes que piadosamente acudían allí para solicitar a sus
divinidades cualquier tipo de bien o agradecer como ya concedido, sí
por lo menos aproximarnos a datos concretos.
Cortes estratigráficos del nivel con exvotos. Dibujo: Emeterio Cuadrado |
Entre ellos destacaremos:
la arquitectura de los hábitat suntuarios; el estudiar la tipología
y el material con que fueron elaboradas las ofrendas hechas a los
dioses, lo que nos acerca también a los fieles que las depositaron (status social y tipo de petición); a como se ocultan ritualmente
cuando ya están amortizadas o para preservarlas ante un peligro
inminente y por último, al estudio tanto de la clase sacerdotal que
se haría cargo del culto y del mantenimiento de los santuarios como
de los talleres y artesanos que debieron existir en torno a ellos, en
donde se encargaron de los exvotos.
Junto
a los paneles explicativos sobre la religiosidad y dioses ibéricos,
podemos ver una reconstrucción del santuario de El cigarralejo, uno
de los edificios más singulares de todo el ámbito ibérico ya que
se trata de un conjunto unitario de 29 x 12 m, construido con total
seguridad, mediante un plan preestablecido y que parece pertenecer a
una misma época, dado el tipo de fábrica de las estructuras
arquitectónicas, adaptadas perfectamente a la topografía natural
del terreno. Estudios recientes apuntan a que se trataría de un
edificio singular que completaría al poblado en las funciones
políticas, administrativas y religiosas que se aglutinarían aquí.
La
cronología propuesta para el edificio oscilaría entre los s. IV-III
y el II a. C., en el que se abandonaría, tras sufrir un incendio.
Sala
II.
Esta sección nos mostraría una selección de los exvotos que representan
figuras humanas ya sean masculinas o femeninas, lo que se intuye por
el tipo de ropaje que portan.
Se
trata de esculturillas muy sumarias, talladas prácticamente en bulto
redondo, casi cilíndricas, elemento que se acentúa al ir todas
ellas vestidas con largas túnicas y cubiertas por amplios mantos que
las envuelven hasta los pies. Damas
y hombres sin armar presentan una actitud recogida.
Representación humana.Grupo A |
No faltan dos bajorrelieves que representan miembros del cuerpo humano: dos manos el uno y otro con la huella de los pies.
Por último dos piezas excepcionales por su rareza: una pequeña falcata votiva y un prisma piramidal de barro, que representa en una de sus caras, un tallo serpenteante de hojas de hiedra en el centro, franqueado a ambos lados por la huella de un pie humano, de difícil interpretación.
Sala
III.
Esta sala recogería los exvotos en forma de animal. Las formas varían aunque,
básicamente, se trata de équidos en bulto redondo o relieves, tanto
representados individualmente como en parejas de yegua y potro, burro
y pollino o yuntas; unos van sin aparejos, otros ricamente
enjaezados.
E.
Cuadrado realizó un estudio modélico de los mismos, agrupándolos
en cuatro grupos, según un análisis formal que sigue siendo válido
hoy en día.
También
clasificó tipológicamente las monturas, bocados de caballos y
arreos en general, puesto que el conjunto de El Cigarralejo es el
mayor conocido de imágenes de todo el ámbito ibérico. Tipología
que podemos ver en los paneles de la sala.
Al analizar la composición de los exvotos de El Cigarralejo y el hecho de estar las mayoría de ellos tallados en forma de caballo, lleva a pensar a los investigadores, por un lado, en el protagonismo del caballo en la guerra y en los valores ecuestres aristocráticos ibéricos, pero también en su papel en la economía diaria, en la modesta necesidad de los équidos para la ayuda en las labores agrícolas, transporte, comercio, etc.
Fuente: El Museo de Arte Ibérico el Cigarralejo de Mula: La exposición permanente.
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