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27 de diciembre de 2012

Las Fíbulas del Museo

En la entrada de hoy, hablaremos sobre las fíbulas ya que la Colección del Cigarralejo constituye un pilar fundamental para los estudios sobre las fíbulas características de la cultura ibérica y la segunda edad del hierro peninsulares, especialmente en lo referente a las fíbulas anulares hispánicas y las denominadas fíbulas de La Tène.

DEFINICIÓN DE FÍBULA

Lo que define a una fíbula fundamentalmente es su función. La fíbula, es un objeto metálico destinado a sujetar las prendas de vestir. Al factor funcional se unen, como elementos determinantes de su forma y estructura, aspectos tecnológicos y aspectos derivados de su concepción como objeto de adorno.

FUNCIÓN

De la función de la fíbula derivan dos puntos de interés: su estructura básica y su tamaño.

1.La estructura de una fíbula se compone de cuatro elementos básicos: el puente, que es la parte central de la fíbula; la aguja; la mortaja, cuya finalidad es la de servir de lecho a la anterior cuando la pieza se encuentra abrochada; y el resorte. Este último, que puede adoptar gran variedad de tipos, tiene la función de impedir el libre movimiento de la aguja una vez que ésta se encuentra abrochada, siendo necesario forzar ligeramente la aguja para liberarla de la mortaja.

2.El tamaño de la fíbula estará en función de la prenda a que esté destinada. Así veremos grandes fíbulas que debieron usarse para sujetar los gruesos mantos de lana, otros de tamaño medio para mantos más finos, y fíbulas pequeñas para el abrochado de las ropas interiores.

Esta relación fíbula-vestido crea indirectamente una relación entre el clima y el tamaño y grosor de la pieza, siendo constatable cómo según aquél si hace más frío, ésta se fortalece y agranda, al mismo tiempo que aumenta la proporción de las piezas destinadas a gruesas vestiduras.

FACTORES TECNOLÓGICOS

El factor tecnológico repercute igualmente en diversos aspectos de la fíbula. El metal empleado dependerá en principio de los conocimientos metalúrgicos de una época, así como de las disponibilidades mineras de un área.

Veremos también reflejarse en la pieza los distintos sistemas de producción de cada momento, desde las obras fruto de una actividad artesanal familiar, hasta los sistemas más industriales de producción masiva de época romana.

Formas de realización de una fíbula:

Podemos establecer tres sistemas de realización de una fíbula:

-Las confeccionadas a partir de uno o más alambres trabajados para darles la forma indicada.

-Las construidas de piezas soldadas entre sí.

-Las fundidas en moldes de arena o bivalvos de material refractario.

LA FÍBULA COMO OBJETO DE ADORNO.

La concepción de la fíbula como objeto de adorno hasta llegar en casos a convertirse en un producto de lujo y, por tanto, un exponente de riqueza, es la causa fundamental de la gran variedad tipológica de este objeto, que queda así sometido a la influencia de la evolución de las modas.

Este sentido de pieza de lujo les convierte en casos en verdaderas joyas de orfebrería confeccionadas con metales y materiales preciosos. Sobre las fíbulas se desarrollan toda la gama de posibilidades técnicas, estéticas y decorativas que la época y la materia prima permitían, añadiéndoles con frecuencia apliques de coral, piedras preciosas, pasta vítrea,hueso; o incrustaciones de nielados o esmaltes.

Su función como adorno lleva a determinados tipos a evolucionar en algunos de sus elementos, de cara a lograr una mayor estabilidad de la pieza, asegurando que ésta permanezca de un modo permanente en la posición más indicada. Ésta es la función, por ejemplo, del anillo de las fíbulas anulares hispánicas, tan características de la edad del hierro en la Península Ibérica y en el yacimiento murciano de El Cigarralejo.


En conclusión, todos estos factores que influyen sobre la fíbula deriva en una enorme variedad y personalidad de ésta tanto a nivel regional como desde una perspectiva de evolución cultural y, por tanto, su importancia arqueológica. Su sujeción a unas modas en cada momento, que condicionan una evolución interna de los tipos y una sucesión de éstos, determina su carácter de fósil cronológico de primer orden para el arqueólogo.

Los distintos tipos producidos en una zona o la yuxtaposición en ellos de caracteres de diverso origen nos ayudan a comprender las influencias culturales a que esa zona está sometida en cada momento, así como a poder individualizar el substrato cultural y el proceso de aculturación en un punto dado.

Todo lo antes dicho explica que desde los comienzos de la arqueología como método de estudio, las fíbulas hayan constituido un elemento básico para la ordenación de las culturas europeas de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro, y la determinación de sus grupos regionales.

LAS FÍBULAS ANULARES HISPÁNICAS Y LAS FÍBULAS DE LA TÈNE

Los Trabajos de Emeterio Cuadrado fueron pioneros y modélicos en esta materia, y las tipologías establecidas por él siguen siendo referencia obligada en la investigación actual.

La Fíbula anular hispánica se caracteriza por formar parte de su estructura un anillo más o menos circular al que se unen en sus dos extremos, la cabeza y el pie del arco de la fíbula, realizando a su vez la función de eje del resorte.

Fíbula anular hispánica,procedente de la Tumba 138.Sala III,vitrina 5.

Lo más característico de las fíbulas de La Tène es el apéndice caudal, es decir, aquel extremo que como prolongación del pie se eleva sobre sí mismo hasta inclinarse sobre el arco. En una primera fase este apéndice caudal toca el dorso del arco, pero no se abraza ni se funde con él, como sucederá en fases posteriores. 

Fíbulas de La Tène, procedentes de la Tumba 277. Sala II, vitrina 3.

                                                                                         
Fuente: "El Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo de Mula": La Colección Permanente.

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